lunes, 6 de abril de 2009

Mensaje del Concejal Hugo Cabral al cumplirse 25 años de Democracia

SESIÓN ORDINARIA DEL 27 DE NOVIEMBRE DE 2008
Mensaje al cumplirse 25 años de Democracia

HOMENAJES


Concejal Hugo Cabral: Señor presidente: En este momento dedicado a los homenajes, quiero hacer un reconocimiento a estos 25 años de democracia en la Argentina. El 10 de Diciembre vamos a festejar 25 años de democracia en nuestro país, un cuarto de siglo. Este festejo comenzó en realidad el 30 de Octubre, fecha de la elección de 1983 que llevó a la presidencia del país a Raúl Alfonsín, inaugurando así esta etapa nueva en la vida política del país. Yo pertenezco a una generación para la cual el cuarto oscuro era un enigma, todos los que pasamos el secundario y parte de la universidad durante la dictadura, lo veíamos así. Justo a esa edad en la que la política comienza a ser, según los tiempos y las personas, todo lo malo o todo lo bueno y apasionante que puede ser algo. Apasionante fue para mí la política y la oportunidad que brindaba poder ser parte de la construcción de una sociedad mejor, poder no renunciar a elegir cómo queremos que sea nuestro futuro, con la posibilidad de elegir y ser elegido, de opinar de hacernos escuchar, de disentir, de agruparnos, cuántas organizaciones habremos formado desde 1983… hasta la fecha. El 30 de Octubre de 1983 cuando entre a un aula a votar por primera vez, lo recuerdo todavía, fue un voto militante, decidido, casi cantado; tenía la sensación de que comenzaba una nueva historia en el país.
Todavía recuerdo la larga fila de hombres y mujeres, la ansiedad que había en los rostros, la policía ayudando a revisar los padrones, los fiscales de mesa, las urnas. Era la primera vez que veía una urna. Esa caja, por entonces de madera, por la que habíamos luchado tanto en los últimos años, años difíciles, en los que desgraciadamente en nuestro país, se había derramado tanta sangre.
Ese día, me sensibilicé al ver gente llorando, algunos con dolor, otros con felicidad. Todo junto.Y no era necesario explicar mucho lo que estaba pasando por entonces, al ver gente llorando, algunos con dolor, otros con felicidad. Todo junto.Y no era necesario explicar mucho lo que estaba pasando por entonces, había quedado atrás la carnicería despiadada de la dictadura de Videla y sus secuaces, había quedado atrás la censura, habían quedado atrás las bocas tapadas, las voces silenciadas; atrás y por siempre la idea de que este país sólo podría ser gobernado por botas y armas.
No fue el representante de mi partido el que ganó la presidencia, obtener la gobernación de Tucumán en ese entonces, nos hizo el trago menos amargo y también comenzar a aprender que de eso se trata la democracia. De presentarse a elecciones y acatar las decisiones de las mayorías. En nuestro país, señora presidenta, algunos no la aceptan y usan la patoteada en contra de un gobierno legítimamente elegido por el pueblo y que lleva adelante un programa de gobierno explicitado y votado por ciudadanos argentinos. Lo hemos visto en el conflicto reciente con los exportadores de soja.
Hoy es un lugar común criticar a la democracia, diciendo que solo es formal y que con eso no basta, no alcanza. Una obviedad que no debe descalificar lo esencial que hemos conseguido en estos 25 años, y es que la vida y la libertad están a salvo. Practicar la democracia, perfeccionarla es la tarea que nos corresponde como ciudadanos, es nuestra responsabilidad como dirigente darle un sentido, darle una obligación que sea inclusiva, que sirva para vivir mejor, con justicia social. Asignatura pendiente, que es nuestra responsabilidad resolverla, de constante aprendizaje, de paciencia a la que nos obliga esta forma de gobierno que es lo mejor que nos está pasando, más allá de las insatisfacciones de la vida cotidiana.
Desde 1983 venimos ejercitando un arduo y apasionante ejercicio de pluralismo, tolerancia y convivencia. Nuestra joven y frágil democracia, como se empeñan algunos en llamarla, está cumpliendo 25 años. Quizás sea poco tiempo, pero para la Argentina es una enormidad, y voy a aportar un dato para que lo tengamos en cuenta, desde 1862 con la presidencia de Mitre hasta el 30 de Octubre de 1983 con la elección de Alfonsín, han pasado solamente 121 años de los cuales Argentina había vivido en democracia sólo 26 años.
Desde 1983, hasta la fecha, llevamos 25 años, todos vividos en democracia.
Verdaderamente, es una democracia muy joven en relación con otras más consolidadas, pero evidentemente es muy fuerte y vino para quedarse.
Hace poco leía una cita al juez Zaffaroni en un reportaje hablando justamente de la democracia, y decía: “que los derechos se consiguen con lucha y después se despilfarran porque vienen otras generaciones que se olvidaron de la lucha y lo despilfarran como la fortuna que no se trabajó”.
Por eso es importante que la trabajemos, señora presidenta. La memoria es el único reaseguro que tenemos para garantizar que no volvamos atrás. No soy de la Generación de los que por luchar fueron asesinados, secuestrados, torturados y desaparecidos para intentar borrar la memoria. Que mis palabras sean también un homenaje para ellos. Soy de la generación siguiente, la que aún en la oscuridad de la dictadura de los “70” pudo vislumbrar otra realidad y peleó para que vuelva la democracia. No estoy dispuesto a que esta fortuna se despilfarre sin hacer nada, porque si algo he aprendido en estos 25 años es que nunca sobra participación, ni discenso, ni creación, ni mucho menos libertad y justicia. A pesar de todo lo que falta por resolver, a pesar de los pesares no se puede volver atrás, señora presidenta, porque atrás está la muerte y el despojo, la injusticia y el dolor; adelante está la vida y las asignaturas pendientes. ¡Bienvenida, te saludo Democracia! Gracias por cada uno de los días de estos 25 años. Nada más.

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